Acquasanta y la Segunda Guerra
El glorioso Colegio Náutico, más tarde "Gioeni Trabia", dañado pero recuperable junto a la iglesia de S. Maria del Popolo ("una iglesia" ru Muolu ..) en el Molo. El CT "Geniere" se hundió dentro de la cuenca de piedra (Scalo Florio).
Al fondo uno de los 4 galpones del astillero.
La actividad del instituto náutico, con la presión de los bombardeos de marzo de 1943, se trasladó a la villa inglesa de vía Villafranca, hasta 1952, cuando ocupó los locales de la quinta casa de los jesuitas, en vía Quinta Casa, de hecho . Durante los terribles bombardeos de marzo-mayo de 1943, el héroe principal, Ing.giovanni sconzo, permaneció atrincherado dentro de "su" Instituto Náutico para defenderlo de los chacales, logrando en parte.
Los ladrones fueron los americanos que despojaron al instituto de todos los equipos antiguos, que nunca más se encontraron. Instituto,
Iglesia, cobertizo, todo demolido.
Acquasanta había pagado un alto precio de sangre, destrucción, problemas y miseria.
Al contrario de lo que algunos han denunciado como "bombardeo", en realidad muestra evidencia de cobertura de la ciudad, a través de cortinas de humo activadas por Miricani, en defensa de los ataques aéreos alemanes. Se ve vía Altavilla, la zona verde entre Acquasanta y vía Juvara, la zona de la Castellana, la zona triangular que ahora ocupa la Feria del Mediterráneo, parece que fuera una villa o un recinto equipado, quién sabe.
Acquasanta sale de la guerra. Una imagen de 1944, con el dique seco ('u bacinu' i pietra), también conocido como Scalo Florio, en 1944. Al fondo, dos cobertizos del patio, entonces demolido. A la izquierda, el convento de los Padres Mercedari al Molo, reducido a un mal comienzo, junto con la iglesia anexa y el glorioso Instituto Náutico, que el 5 de abril y el 9 de mayo de 1943 habían sufrido daños irreparables. La codicia del astillero, lo papilla todo, arrasando a cualquiera hasta el suelo. La codicia del patio incluso hizo una propuesta indecente al Marqués De Gregorio: a cambio del Palacio De Gregorio (que aún existe), dinero y la promesa de "desmantelar" el palacio y reconstruirlo en otro lugar. Nisba, la propuesta no atacó, afortunadamente, a cambio, la obra ocupó toda la zona de los almacenes detrás del Arsenal, gravemente dañada, para convertirla en un depósito de chapa, hasta la fecha... En esa zona se puede Todavía se respira un 'aire de los años 40...
